
Todos, chicos, porteros y maestros nos sentimos apenados por su fallecimiento.


En nuestras visitas le sabíamos ayudar a limpiar la casa, le cortábamos leña, le llevábamos comida y agua y la Seño Edith se traía la ropa para lavársela y volvérsela a llevar limpita.
Cuando nos veía llegar se ponía muy contento. Algunas veces él se acercaba a la escuela. Caminaba muy despacito y con mucho respeto a la bajada del camino, que en más de una oportunidad lo hizo tropezar, golpeándose muy feo, pero él siempre se levantaba, seguía y llegaba a destino con una sonrisa. Así queremos todos recordarlo.
Los chicos de la 231 de Pichi Leufu
Que maravilla chicos que lo recuerden con amor!!!Dario era un anciano muy especial, cariñoso, sencillo y como dicen siempre con una sonrisa. LOS ABRAZO y tambien lo recuerdo con agradecimiento, pido paz para su alma bondadoza y mucha luz !!!Seño Laura
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